¿Los ciclos de los planetas influyen en nuestra vida?

Bien sé que soy mortal, una criatura de un día. Pero mi mente sigue los serpenteantes caminos de las estrellas. Entonces mis pies ya no pisan la Tierra, sino que al lado de Zeus mismo me lleno con ambrosía, el divino manjar.
Ptolomeo Libro 1 del Almagesto

Trabajo presentado y expuesto en el XXVIII Congreso Ibérico de Astrología realizado en Barcelona 2011

Durante este año 2010, en los primeros grados de los Signos Cardinales confluye una excepcional concentración de planetas que anuncia una fase particularmente importante en la historia del Mundo. He aquí una pincelada sobre algunos de los importantes ciclos que convergen en este tiempo de cambios, que en los dos próximos años serán bastante brutales, y cuyos efectos se harán sentir aún en el 2020.

Las constituciones o configuraciones universales (CU) son de carácter general (por ejemplo un  eclipse, un  ingreso solar, la  conjunción de  dos  planetas, etc.) y  son aquellas que de una u otra manera afectan a todos los seres vivos.
Dentro de las CU están los ciclos planetarios. Los ciclos se basan en uno de los principios de analogía y correspondencia que dice que: “todo comienzo o renovación en el cielo engendra necesariamente una renovación sobre la Tierra”. Ptolomeo sentencia:”no descuides el asunto de las ciento veinte conjunciones de los planetas pues en ello está el secreto de la generación y corrupción”, refiriéndose al ciclo de conjunción de todos los planetas y sus relaciones, pero no vamos a extendernos en ese tema ahora.
Un ciclo se inicia con la conjunción : sínodo(1) entre dos astros y se produce cuando el planeta más rápido alcanza al más lento. A partir de entonces, todos los aspectos posteriores entre ambos planetas hasta la nueva conjunción se interpretarán con respecto al momento de la conjunción.

Desde   hace   siglos   los   astrólogos  han   trabajado  con   los   ciclos   planetarios; Messahallah, Albumasar ya trataron ampliamente este tema. Pero es J. B. Morin (2) (1583-1656) quien en el Libro XXV de Astrología Gallica sistematiza la interpretación en una teoría general de los ciclos planetarios. Morin nos explica: “las conjunciones de los planetas constituyen los comienzos primordiales (o radicales) a los que las demás sicigias se encuentran subordinadas… las diversas sicigias de dos planetas, dependen de la conjunción, sicigia primera y comienzo de la revolución… La revolución sinódica de dos planetas posee una fuerza y efectos propios por sí misma resultante de la mezcla de ambos planetas y la del signo en el que el sínodo tiene lugar. Esta fuerza actúa eficazmente hasta el siguiente sínodo entre ambos planetas”.
Dentro de este sistema de ciclos, los más cortos son las lunaciones, el instante exacto de la conjunción del Sol con la Luna también llamada neomenia o Luna Nueva que se produce aproximadamente cada 29 días. En ese pequeño ciclo que se produce casi cada mes, podemos ver a la Luna que aparece, crece, alcanza su plenitud, decrece y desaparece. Este fenómeno lunar constituye el modelo de ciclo planetario en donde con cada conjunción celeste algo nace, crece, se corrompe y muere, donde se corresponde la generación con el ciclo creciente y la corrupción con el decreciente.

Los ciclos más largos de los planetas lentos serán los ciclos de Neptuno con Plutón. Sin embargo son tan lentos que su manifestación será prácticamente imperceptible mientras los atravesamos.
Los planetas del septenario tienen efectos mucho más inmediatos y visibles, y siempre será mejor emplear una técnica que nos permita precisar acontecimientos de índole cercano o dentro del período de vida humano, que aquellas que saltan esa barrera.
En un texto astrológico magrebí encontramos la siguiente sentencia: “En lo que se basan todo los científicos de entre la gente del horizonte occidental, es en lo que dijo Aristóteles el sabio, el gran filósofo en el Libro de los Secretos Astrales que compuso para Alejandro Magno y esto fue lo que señaló: ‘Las conjunciones celestes son tres: la primera, la conjunción de los luminares, la segunda la conjunción de los superiores, la tercera la conjunción de los maléficos´”.
Albumasar, astrólogo de Bagdad (787-886), en su tratado «De magnibus coniunctionibus» fue quien definió, en su periplo por las triplicidades, los ciclos de los planetas como técnicas de uso cotidiano, y en su Flores Astrologiae, las técnicas del 0º Aries con sus lunaciones precedentes y sus cuartas del año.
Messhallah, uno de los padres de la astrología árabe (S.IX) en su texto sobre las conexiones (o conjunciones) de los planetas, nos aclara: “La conjunción de Saturno y Júpiter es la conjunción máxima, ésta indica cambios en las sectas o partidos. El conocimiento de los sucesos y los cambios se logra viendo el Ascendente y los planetas en el momento de la conjunción de los mismos y cuál de ellos es dominante en la figura: si es una Fortuna (un planeta benéfico) indicará un tiempo bueno y adecuado, y si es un Maléfico, indica detrimento y sequedad, esterilidad en la tierra y luchas. Sepas, por tanto, que si Júpiter domina sobre Saturno, indicará algo favorable, mientras si el dominante es Saturno, indica detrimento y tribulación. (3)”

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Por lo tanto, vemos como los sabios de la antigüedad consideraban que las conjunciones planetarias más importantes eran aquellas que se producían entre los planetas superiores: Marte, Júpiter y Saturno; entre ellas, la más importante es la de Júpiter con Saturno, por tratarse de los planetas visibles más lentos. Leemos nuevamente a los astrólogos magrebíes: “Cada una de las figuras de estas conjunciones tiene una naturaleza, que da lugar a un juicio particular y una propiedad que la distingue de las demás. La de Júpiter con Saturno es el traspaso del poder de un pueblo al otro y la desaparición de las religiones de la naciones”.
Las conjunciones de estos dos planetas forman a su vez un ciclo de conjunciones. Su ciclo combinado influye sobre períodos muy largos, de aproximadamente 240 años en el mismo elemento. Cada 20 años hay una conjunción entre ellos, y a veces, durante ese período se intercalan conjunciones de un elemento distinto.
Cuando se trata del próximo elemento, son precursores del nuevo ciclo, si repite el elemento  anterior,  indicará  la  repetición  de  una  misma  tendencia.  Cada  ciclo astrológico comprende 40 conjunciones en teoría, en la práctica oscilan alrededor de ese número. Tenemos que saber que cada ciclo de Júpiter con Saturno genera un milenio de 960 años divididos en 4 períodos de 240 años (también hay oscilación) que responden al siguiente orden: Fuego, Tierra, Aire, Agua.
En 1802 se produjo la primera conjunción precursora de Júpiter y Saturno en Tierra, en 1821 la última en Fuego y a partir de 1842 y durante todo el siglo XX hemos visto que las conjunciones de Júpiter con Saturno se han producido en signos de Tierra: en 1901 en Capricornio, en 1921 en Tauro, en 1961 nuevamente en Capricornio, en 1981 en Libra la  fase anunciadora del elemento Aire, en el 2020 se entrará de lleno en el ciclo de ese elemento con Acuario hasta 2199 y la última conjunción de Saturno con Júpiter (que se produjo en el año 2000 en el grado 22º 42’ del Signo de Tauro) será también la última en un signo de Tierra. Finaliza, por lo tanto, un ciclo en un elemento, así como analógicamente deberá finalizar aquello que representa.

Los Signos de Tierra están relacionados con lo concreto, lo práctico, materialista, tangible, con los bienes, la productividad, la economía, la propiedad.

Los Signos de Aire son signos humanos, sociales, de asociación e intercambio, de comunicaciones, ciencias, artes y relaciones. Tenemos derecho a pensar que a partir de la conjunción del año 2020 el mundo tendrá una estructura socio-económica diferente, que las ciencias, la comunicación (que ya ha sufrido un notable cambio) las relaciones sociales, e incluso la sociedad probablemente se organicen y sean vistas de otra forma. Recordemos, por ejemplo que durante la conjunción de Júpiter con Saturno en Libra (1981-2000) se produce la caída del bloque soviético y se afianza la Unión Europea como bloque político.

A pocos días de la última oposición de Saturno con Júpiter los llamados “cronocratores”, los planetas que marcan los tiempos que se produjo el 28 de marzo del 2011 en el grado 14º del eje Aries-Libra.

Las conjunciones de Júpiter con Saturno, como hemos visto, corresponden a ciclos socio-económicos, religiosos, estructurales y sus aspectos pueden indicar cambios profundos y universales, son el “telón de fondo” sobre los que se interpretarán los demás ciclos. La oposición, pertenece a un punto crítico del ciclo, el hemiciclo, un punto a partir del cual el sistema comenzará a decaer para ir dando lugar al cambio antes mencionado.

Todo esto influencia la meteorología, o más bien, la climatología, porque hablamos de tendencias que duran años. Dice Ben Ragel (4)  cuando habla de los acercamientos (5) entre Saturno y Júpiter. “…si esta orientación fuera de oposición se producirán muchas disputas y pleitos entre los hombres y los pueblos, unos se animarán contra otros o entre otros hombres que son de condición muy inferior a los reyes; también significa abundantes nubes”.

En la Summa Astrológica (6) también podemos leer: “…en esta conjunción se ha de considerar cual de los dos está más fuerte; porque si Saturno dominase sobre Júpiter pronostica largas y malas enfermedades; y si prevaleciese Júpiter significa buenos efectos, o por lo menos no malos. Y si estos dos planetas se mirasen de oposición, o cuadrado en signos húmedos causarán en el aire granizo con lluvia y vientos, esto muchos días antes, y después, y con evidencia. Y en particular en cualquiera de estos aspectos que se mirasen harán en la primavera el aire túrbido y húmedo, en el verano truenos y granizo, en el otoño vientos o lluvias; en el invierno aire túrbido”. “Cuando Saturno está con Júpiter en invierno hace el aire hace al aire muy alterado”.
Encontramos numerosos referencias meteorológicas con respecto a los contactos de ambos planetas, y el porqué lo explica Kepler claramente cuando en el Libro IV capítulo VII de su Armonia Mundi dice: “Respecto a la naturaleza que rige a los elementos y que designo con el epíteto usual de sublunar, hace ya veinte años que no he cambiado de opinión sobre ella; y he llegado a ello no a través de la lectura de los platónicos y su admiración sino a través de única y solamente la observación de los cambios de tiempo y la contemplación de los aspectos que lo provocan… he visto en efecto que con una gran constancia el estado del aire se encontraba perturbado cada vez que los planetas entraban en conjunción o configuraban uno de los aspectos tan conocidos por los astrólogos, he visto también que el tiempo permanecía en calma si no se producían…” Vemos entonces cómo la influencia de los aspectos planetarios se evidencia primeramente en la Astro-meteorología.

Vemos aquí la Carta de conjunción de Júpiter con Saturno en el grado 22 de Tauro levantada para Buenos Aires; ambos planetas están en un signo regido por Venus pero solamente Saturno tiene dignidades allí, está en su término y Faz y, por lo tanto, resulta más fuerte que Júpiter. Saturno es quien domina la conjunción. Nos dice Morin: “…la influencia de las conjunciones resulta de la combinación entre la naturaleza de esos planetas y los signos en que se producen”. Reafirmando lo anteriormente expresado, recordemos que el Signo de Tauro es el más materialista y conservador de los signos de Tierra. Saturno se refiere a un orden estructural y Júpiter al socio-religioso.

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La conjunción de Marte con Saturno

Paralela y conjuntamente con el punto crítico de un aspecto mayor, a fines de julio del
2010, se produjo uno de los ciclos más complicados en Astrología Tradicional, pues corresponde a la unión de dos maléficos: la conjunción de Marte con Saturno.
Morin nos dice de este ciclo: «La conjunción de Saturno y Marte es siempre muy mala, a no ser que planetas benéficos dominen poderosamente dicha conjunción…  y esta conjunción siempre es seguida por corrupciones de la atmósfera, pestes, diluvios, muerte de peces, guerras y muertes de príncipes». Robert Fludd (7)  en su Estudio del Macrocosmos nos cuenta “Un planeta maléfico en conjunción a otro maléfico, aumenta el  maleficio  a  no  ser  que  el  más  fuerte  de  los  dos  se  vea  favorecido  por  la conjunción…” Y Messahallah nos dice al respecto: “La conjunción media es la de Marte con Saturno y significa trastornos bélicos y enfrentamientos de ejércitos… cuando quieras conocer el  dominante de  la conjunción (8) si  es  una fortuna indica bondad y bienestar y si es un maléfico indica maldad e impedimento…”

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La conjunción de Marte con Saturno se produce cada dos años, pero en esta ocasión tenemos que tener en cuenta que ocurre al mismo tiempo un aspecto del ciclo mayor, el de Júpiter con Saturno pues como había comentado, ambos están en el punto crítico de la oposición. Tampoco debemos olvidar que interviene así mismo otro aspecto desfavorable de un ciclo largo, que es la cuadratura de Plutón a Saturno y el comienzo del ciclo de Júpiter-Urano en Aries; convergen en este punto crítico muchos ciclos, aunque no vayamos a detenernos hoy a desarrollarlos. Morin nos previene de esta forma: “todas las conjunciones de planetas en los signos de los maléficos son perniciosas, pero peores cuando los maléficos están mal dispuestos o configurados en el lugar de la conjunción”. Señalemos entonces que la irruptiva conjunción Júpiter- Urano interviene en la configuración desde Aries, domicilio de Marte en oposición a la conjunción Marte-Saturno, donde su dispositor Marte está exilado (en signo opuesto a su domicilio, una de las Dignidades escenciales)  y en “mala compañía”. Júpiter, la religión, la justicia, las finanzas y las leyes, amplifica y suma a sus significaciones las analogías de Urano, planeta relacionado con lo inesperado, lo imprevisto, lo repentino y donde además interviene una cuadratura de Plutón, el planeta de las pulsiones, de lo pasional, de lo extremo a la oposición.
Este aspecto puede entenderse como una poderosa energía traducible en manifestaciones extremas de violencia, una forma de energía perjudicial, perniciosa, destructiva, peligrosa. Se suma la Luna desde la oposición afortunadamente ya en aspecto separativo, aunque aún siendo parte de la configuración, eso significa seguramente rapidez en los acontecimientos, donde por la presencia de la Luna involucrará a la gente, al pueblo.
Dice Morin: «los grandes cambios no se producen sin el concurso de Saturno, Júpiter o Marte con dominio de la Carta o con una conexión por conjunción o aspecto del Sol y la Luna, ni suceder calamidades si no hay predominio de las infortunas»…. «en todas las conjunciones de los planetas hay que tener muy en cuenta si el Sol o la Luna aspectan a planetas conjuntos, pues los efectos se vuelven más universales, más evidentes y afectan a reyes y príncipes».

Saturno aportará los perjuicios de lo frío, de lo limitante, de las pérdidas, de las enfermedades, de la muerte mientras que Marte representará las luchas, la guerra, la violencia, las heridas, las agresiones, los ataques, la sangre, el fuego, y en definitiva todo lo que puede resultar de agresivo en una sociedad. Júpiter se encuentra retrógrado, en Signo de infortuna e infortunado por estar en oposición y a disposición de los maléficos.
Estando  Júpiter  en  tan  mala  disposición  nos  hace  pensar  que  además  de  lo expresado, con respecto a las analogías de la conjunción Marte-Saturno tendremos que  sumar posibles conflictos con  sectores que  tienen analogía con  Júpiter; por ejemplo la iglesia, la diplomacia y sectores jurídicos.
Plutón aportará una cuota de tensión de destrucción, de desintegración, de fanatismo, de intensidad, mientras que Urano pondrá su nota revolucionaria de inestabilidad, peligro, extrema tensión. Urano opuesto a Marte se relaciona con violencia de todo tipo especialmente de armas de fuego, interviene en accidentes colectivos incluso aéreos: Marte, Júpiter y Urano se encuentran involucrados.
Como todo aspecto de extrema tensión, tenemos que tener en cuenta que también indica  movimientos  sísmicos  y  actividad  volcánica,  así  como  manifestaciones violentas: ataques, revueltas, inconformismo popular, guerra internacionalizada, subversión, gran agitación en la sociedad, inestabilidad en los mercados financieros. No debemos olvidar que el Sol (símbolo de poder), se encuentra seriamente afectado en los Ingresos.
La intervención de tantos planetas en signos cardinales y en mal aspecto entre sí muestra una gran potencia destructiva en esta configuración. Si bien por un lado esta misma figura podría indicar fuertes avances e innovaciones, hay que considerarla una configuración peligrosa, ya que son aspectos de extrema tensión y sincronizarán, seguramente con momentos difíciles.
Observemos a través de la Astrocartografía los puntos donde la conjunción está angular, aunque lamentablemente tenemos que pensar que se sentirá notablemente de una manera u otra en todos los lugares del mundo.

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Veamos que nos dice Morin: “En la Casa I actúa sobre los principios o arranques de las cosas, en la casa X, actuará sobre reinos, repúblicas, dignidades y empresas, en la IX afecta a la religiones, en la VII a los matrimonios, lides y guerras, en la Casa VIII, a las muertes y fallecimientos naturales o violentos de acuerdo a la fuerza de la CU”.
Otro punto a tratar es la activación de los efectos, puesto que estas CU no actúan solamente en el momento de producirse sino también cuando algún planeta activador pase por el punto del sínodo llamado Punto Primario (PP) o cuando algún planeta toque alguno de los ángulos. Observar también que la convergencia de estos ciclos se produce sobre un punto sensible, pues los Ingresos del Sol a los Signos cardinales se producen en ese punto y el símbolo solar se encontrará dañado durante este tiempo.
Por la ley de analogía y correspondencia, cuando un símbolo está dañado en el Cielo, sus significados también lo están. Eso nos está diciendo que está también pasando por momentos de cambios y dificultades lo representado por el Sol: gobiernos, personas de gran autoridad, jefes de estado, banqueros, y todo aquello que represente poder y lujo. Los valores monetarios y materiales también están afectados.

Durante este año 2011 sobre el “telón de fondo” de la última oposición de Júpiter con Saturno,  viviremos la oposición de Marte con Saturno de la cual  Ben Ragel nos dice: “ten en cuenta también que la oposición de Marte con Saturno es peor que la conjunción de ambos y peores y más malignos presagios manifiesta”, así mismo también  la conjunción de Marte con Júpiter en los primeros grados de Aries. De la conjunción de Júpiter con Marte dicen los astrólogos de la antigüedad que ocasiona: “Carestía, pocas ganancias, que el aire quema la cosecha. Las bestias harán daño al hombre y entraran en las villas. Habrá daño en árboles, viñas y semillas. Los jueces pondrán penas  muy  largas  a  los  presos. Muchas muertes por  justicia. Jueces y prelados  guardaran la  ley  y  mataran  para  respetarla. El  rey  irá  contra  jueces  y alcaldes”

Conclusión

Por la convergencia de tantos ciclos en signos cardinales, todos signos de inicios, tenemos claro que estamos viviendo tiempos de cambios que coinciden con la finalización de un ciclo mayor de Júpiter con Saturno. Como se ha advertido en el desarrollo de este trabajo estamos en la última parte del último ciclo del elemento Tierra. Las astrodinas9  implicadas en la cruz cósmica que se forma en el Cielo en estos días nos indican que a partir de estos momentos (y por los próximos dos años) viviremos cambios profundos y radicales, que se prolongarán fuertemente por los años venideros y  culminarán hacia el  2020, con la  próxima conjunción de  Júpiter con Saturno en el signo de Acuario. Estos cambios serán económicos, religiosos y políticos así como climáticos, porque –como también hemos visto a lo largo de este trabajo– los aspectos planetarios lo primero que evidencian son los cambios en el clima.

Notas
1. Se llama sicigia a todo aspecto mayor, y sínodo a la sicigia de la conjunción.
2. Libro XXV de la Astrología Gálica. J. B. Morin de Villefranche (1583-1656). Trad. Pepa
Sanchis.
3. Introducción a la Historia de la Astrología. Demetrio Santos.
4. Libro en los Judicios de las Estrellas. Ali Ben Ragel. Ed. Gracentro. Libro VIII.
5. acercamientos: aspectos.
6. Summa Astrológica de Antonio de Najera. Ed. Gracentro. En todas las citas con entrecomillado se respetó la redacción de los textos
7. Robert Fludd: Estudio del Macrocosmos. Ed. Electrónica. Cap X. De Etruscología
Cósmica. Trad. Conchita Morera.
8. Se refiere al planeta más fuerte, al que domina en relación al Signo y grado del zodíaco.
9. Astrodina: modo de cuantificar la fuerza de un planeta, de acuerdo a la dignidad, signo o también por los aspectos. La suma de astrodinas originadas en los aspectos, nos permite aprender a reconocer la intensidad de un suceso, acontecimiento o crisis, así como la calidad o el resultado de sus efectos. Mayor cantidad de astrodinas señalarán acontecimientos de mayor importancia

Bibliografía
– Alí Ben Ragel. El Libro Conplido en los Judicios de las Estrellas. Ed. Gracentro, tomo VIII. Mismo autor y título Ed. Indigo, trad. E.T. Sirventa.
– Antonio de Najera. Summa Astrológica. Ed. Gracentro.
– Demetrio Santos. Introducción a la Historia de la Astrología. Visión Libros.
– Jean Baptiste Morin de Villefranche. Libro XXV. Trad. y comentarios Pepa Sanchis. Ed. CABA.
– Messallah. Textos astrológicos medievales. Trad. Demetrio Santos. Ed. Barath.
– Pepa Sanchis. Astrología Mundial. Ed. Kier.
– Tito Maciá. Textos y artículos de este autor.

Patricia Kesselman 2010 ®
http://www.kesselman.com.ar

email: horoskopo@gmail.com

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