Un pequeño apunte sobre la próxima conjunción de Saturno con Plutón

El próximo 12 de enero de 2020 se hará exacta en el cielo esta conjunción entre “dos pesos pesados”, estos dos planetas lentos son llamados en Astrología “cronocratores”, planetas que marcan tiempos. Cada vez que se unen en un Signo formando aquello que los astrólogos llamamos “conjunción” (o sea que se unen en un determinado lugar del zodiaco) comienza un ciclo que morirá (y renacerá) con la próxima conjunción. Esta unión entre Saturno y Plutón se produce cada aproximadamente 36 años y su influencia ha estado presente en muchas dificultades importantes de la humanidad, como:  las guerras mundiales, las bombas atómicas, la guerra fría, las crisis de oriente y las guerras árabes-israelíes. La crisis del 30 y el ataque a las torres gemelas también se encuentran relacionadas con la alineación de esos dos planetas. En la conjunción de 1982, se dio la crisis de los misiles y el bombardeo de petroleros en el Estrecho de Ormuz, así como nuestra guerra de las islas Malvinas.

Saturno, el Señor del tiempo, el llamado “maléfico mayor” se asocia con el principio del límite, de la contracción, de la concentración, rigidez, inercia, estrechez, pobreza, miseria, entorpecimiento, el desengaño, todo lo negativo que paraliza y desmorona la vida, el tiempo, la muerte, el frío, la calcificación, la tristeza, la suciedad, la cristalización. El “guardián del umbral” el planeta de las pruebas impuestas para el hombre, la tradición, la tentación, los ancianos, lugares de ruinas cavernas, abismos y cárceles, pondrá en pie las estructuras, el dogmatismo, la frialdad, el orden aportará los perjuicios de lo frío, de lo limitante, de las pérdidas, de las enfermedades, de la muerte.

El instintivo Plutón, Señor del inframundo, el planeta del poder, la profundidad y la intensidad, instintivo, sexual, agresivo, destructivo, regenerativo, primitivo, visceral, irracional. Está asociado con los terroristas, la mafia, con los volcanes, aportará su cuota de tensión de destrucción, de desintegración, de fanatismo, de intensidad.

En esta oportunidad la conjunción se produce en el Signo de Capricornio, signo asociado con el orden, las estructuras, los gobiernos. Este aspecto puede entenderse como una poderosa energía que se puede convertir en manifestaciones extremas de violencia, una forma de energía perjudicial, perniciosa, destructiva, peligrosa.

Capricornio es un signo cardinal y de tierra, asociado como ya fue dicho con los gobiernos, la administración, las montañas, la tierra, las minas, los cementerios, las montañas, relacionado también con la minería, agricultura y la política. Como todo aspecto de extrema tensión, debemos tener en cuenta que también puede indicar movimientos sísmicos y actividad volcánica, así como manifestaciones populares violentas: ataques, revueltas, inconformismo, guerra internacionalizada, subversión, gran agitación en la sociedad, inestabilidad en los mercados financieros e incluso notables meteoros climáticos.

Esto será especialmente así en esta oportunidad ya que la conjunción se produce pocos días después de un eclipse de luna con “apertura de puertas para las aguas” indicando fuertes tormentas, lluvias y descenso de la temperatura en el curso del mes lunar.

Júpiter en Capricornio se encuentra mal dispuesto ya que se encuentra en el signo de su caída: estando Júpiter en tan mala disposición nos hace pensar que además de lo expresado, posibles conflictos con sectores que tienen analogía con Júpiter; por ejemplo:  la iglesia, la diplomacia, el turismo y sectores jurídicos. La intervención de tantos planetas en un signo cardinal muestra la gran potencia destructiva de esta configuración, hay que considerarla peligrosa, ya que son aspectos de tensión que sincronizarán, seguramente con momentos difíciles.

Aunque Júpiter se encuentra también en Capricornio no hará conjunción exacta con Saturno sino hasta diciembre del 2020 cuando se una con el planeta de los límites comenzando la nueva era de Aire para la humanidad. Se está finalizando un importante ciclo de Tierra de 240 años, un salto de paradigma, un nuevo orden mundial es el que seguramente se ha de producir a partir del cambio de Triplicidad de la próxima conjunción de estos gigantes en el signo de Acuario.

Los Signos de Tierra están relacionados con lo concreto, lo práctico, material, tangible, con los bienes, la productividad, la economía, la propiedad: tanto tienes, eso vales. Finaliza, por lo tanto, un ciclo en un elemento, así como analógicamente deberá finalizar aquello que representa. Los Signos de Aire son signos humanos, sociales, de asociación e intercambio, de comunicaciones, ciencias, artes y relaciones.

Tenemos derecho a pensar que a partir de la conjunción del año 2020 el mundo tendrá una estructura socioeconómica diferente, que las ciencias, la comunicación (que ya ha sufrido un notable cambio) las relaciones sociales, e incluso la sociedad probablemente se organicen y sean vistas de otra forma. Estamos inmersos en un cambio del cual no somos del todo conscientes, las épocas de cambios corresponden a períodos de inquietud e intranquilidad.

Las conjunciones de Júpiter con Saturno pertenecen a ciclos socioeconómicos, religiosos, estructurales y pueden indicar cambios profundos y universales para la humanidad, son el “telón de fondo” sobre los que se interpretarán los demás ciclos, por lo tanto, es la Configuración más importante que vamos a vivir próximamente. Se producirá el día 21 de diciembre del 2021 y sobre la cual nos extenderemos próximamente.

Patricia Kesselman

Astróloga

10 Enero 2020

www.kesselman.com.ar

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