Angustia, melancolía y creatividad, la enfermedad bipolar

A los 23 años, en 1833, trató de quitarse la vida. Siete años más tarde, vivió una de sus épocas más felices y creativas. En 1844, cayó de nuevo en la más profunda depresión. Cuatro años después, volvía a estar alto, es decir, en otra etapa de euforia. Y en 1854 trató de suicidarse otra vez tirándose al río Rin, aunque le rescataron. Entonces fue internado en un psiquiátrico donde murió dos años después de una inanición que él mismo se impuso. ¿Saben de quién se trata? Del compositor Robert Schumann. Los altibajos de su vida describen muy bien la enfermedad maníaco-depresiva, más conocida como trastorno bipolar por el hecho de arrojar al individuo desde la genialidad hasta la apatía más absoluta.

Samuel Beckett, Scott Fitzgerald, Virginia Woolf, Ernest Hemingway y Lord Byron. Lord Tennyson, Hermann Melville: todos ellos sufrieron un trastorno bipolar que a la Woolf y Hemingway les llevó al suicidio. Igual que a Kurt Cobain (vocalista de Nirvana), una de cuyas canciones más famosas lleva precisamente el título de «Lithium».¿Más nombres? Edgar Allan Poe, Sylvia Plath, Vincent van Gogh, Cole Porter, Balzac, Isak Dinesen, Gustav Mahler, Haendel, Mary Shelley, el poeta alemán Rainer María Rilke Charly Parker, Winston Churchill, Patty Duke. Holderlin, Paul Gauguin, Rosseti, Jackson Pollock, el cantante inglés Sting y la actriz de Lo que el viento se llevó Vivien Leigh.

Datos como estos han hecho pensar a muchos que la bipolaridad está asociada con la creatividad lo que la hace a este grupo humano sumamente interesante para investigar desde la astrología. De esta lista he tomado los 13 temas natales más confiables para analizar, si bien éste es un pequeño muestreo para poder hacer una investigación estadística podemos analizarlos a fin de encontrar algunos indicadores. Seguramente y aunque el número de casos sea pequeño encontraremos alguna clase de tendencia.

La enfermedad psíquica

Nos dice THORWALD DETHLEFSEN» en su magnífico libro «La enfermedad como camino » donde nos ayuda a «traducir » los síntomas de la enfermedad:

Tanto en medicina como en el lenguaje popular se habla de las más diversas enfermedades. Esta inexactitud verbal indica claramente la universal incomprensión que sufre el concepto de enfermedad. La enfermedad es una palabra que sólo debería tener singular; decir enfermedades, en plural, es tan tonto como decir saludes. Enfermedad y salud son conceptos singulares, por cuanto que se refieren a un estado del ser humano y no a órganos o partes del cuerpo, como parece querer indicar el lenguaje habitual. El cuerpo nunca está enfermo ni sano ya que en él sólo se manifiestan las informaciones de la mente. El cuerpo no hace nada por sí mismo. Para comprobarlo, basta ver un cadáver. El cuerpo de una persona viva debe su funcionamiento precisamente a estas dos instancias inmateriales que solemos llamar conciencia (alma) y vida (espíritu). La conciencia emite la información que se manifiesta y se hace visible en el cuerpo. La conciencia es al cuerpo lo que un programa de radio al receptor. Dado que la conciencia representa una cualidad inmaterial y propia, naturalmente, no es producto del cuerpo ni depende de la existencia de éste.
Lo que ocurre en el cuerpo de un ser viviente es expresión de una información o concreción de la imagen correspondiente (imagen en griego es eidolon y se refiere también al concepto de la «idea»). Cuando el pulso y el corazón siguen un ritmo determinado, la temperatura corporal mantiene un nivel constante, las glándulas segregan hormonas y en el organismo se forman anticuerpos. Estas funciones no pueden explicarse por la materia en sí, sino que dependen de una información concreta, cuyo punto de partida es la conciencia. Cuando las distintas funciones corporales se conjugan de un modo determinado se produce un modelo que nos parece armonioso y por ello lo llamamos salud. Si una de las funciones se perturba, la armonía del conjunto se rompe y entonces hablamos de enfermedad.
Enfermedad significa, pues, la pérdida de una armonía o, también, el trastorno de un orden hasta ahora equilibrado Ahora bien, la pérdida de armonía se produce en la conciencia, en el plano de la información, y en el cuerpo sólo se muestra. Por consiguiente, el cuerpo es vehículo de la manifestación o realización de todos los procesos y cambios que se producen en la conciencia. Así, si todo el mundo material no es sino el escenario en el que se plasma el juego de los arquetipos, con lo que se convierte en alegoría, también el cuerpo material es el escenario en el que se manifiestan las imágenes de la conciencia. Por lo tanto, si una persona sufre un desequilibrio en su conciencia, ello se manifestará en su cuerpo en forma de síntoma. Por lo tanto, es un error afirmar que el cuerpo está enfermo -enfermo sólo puede estarlo el ser humano-, por más que el estado de enfermedad se manifieste en el cuerpo como síntoma. Síntomas hay muchos, pero todos son expresión de un único e invariable proceso que llamamos enfermedad y que se produce siempre en la conciencia de una persona. Sin la conciencia, pues, el cuerpo no puede vivir ni puede «enfermar». Aquí conviene entender que nosotros no suscribimos la habitual división de las enfermedades en somáticas, psicosomáticas, psíquicas y espirituales. Esta clasificación sirve más para impedir la comprensión de la enfermedad que para facilitarla.
Nuestro planteamiento coincide en parte con el modelo psicosomático, aunque con la diferencia de que nosotros aplicamos esta visión a todos los síntomas sin excepción. La distinción entre «somático» y «psíquico» puede referirse, a lo sumo, al plano en el que el síntoma se manifiesta, pero no sirve para ubicar la enfermedad. El antiguo concepto de las enfermedades del espíritu es totalmente equívoco, dado que el espíritu nunca puede enfermar: se trata exclusivamente de síntomas que se manifiestan en el plano psíquico, es decir, en la conciencia del individuo.
Aquí trataremos de trazar un cuadro unitario de la enfermedad que, a lo sumo, sitúe la diferenciación «somático» / «psíquico» en el plano de la manifestación del síntoma que predomine en cada caso. En realidad, no es posible trazar una línea divisoria clara entre los síntomas somáticos y psíquicos. Todo síntoma tiene un contenido psíquico y se manifiesta a través del cuerpo. También la ansiedad y las depresiones utilizan el cuerpo para manifestarse. Estas correlaciones somáticas, sin embargo, proporcionan también a la psiquiatría académica la base para sus tratamientos farmacológicos. Las lágrimas de un paciente depresivo no son «más psíquicas» que el pus o la diarrea. La diferencia, en el mejor de los casos, está justificada en los puntos finales del continuo, en los que compara una degeneración orgánica con una alteración psicótica de la personalidad. Pero cuanto más nos alejamos de los extremos hacia el centro, más difícil es encontrar la divisoria, aunque tampoco el examen de los extremos justifica la diferenciación entre lo «somático» y lo «psíquico» ya que la diferencia sólo reside en la forma de manifestación del símbolo. El cuadro del asma se diferencia de la amputación de una pierna tanto como de la esquizofrenia. La distinción entre «somático» y «psíquico» provoca más confusión que claridad.
Nosotros no vemos necesidad para esta diferenciación, ya que nuestra teoría es aplicable a todos los síntomas sin excepción. Los síntomas pueden servirse, de las más diversas formas de expresión, desde luego, pero todos necesitan del cuerpo, a través del cual el factor psíquico se hace visible y experimentable. De todos modos, el síntoma, ya sea pena o el dolor de una herida, se experimenta en la mente. Hemos señalado ya que todo lo individual es síntoma y que el término enfermo o sano responde a una valoración subjetiva. El llamado aspecto psíquico no es excepción.

También aquí tenemos que librarnos de la idea de que existe el comportamiento normal y el anormal. La normalidad es expresión de una frecuencia estadística, por lo que no puede entenderse ni como concepto clasificador ni como medida de valor. La normalidad, desde luego, hace disminuir la ansiedad pero es contraria a la individualización. La defensa de una normalidad es una pesada hipoteca de la psiquiatría tradicional. Una alucinación no es ni más real ni más irreal que cualquier otra percepción. Sólo le falta ser reconocida por la colectividad. El «enfermo psíquico» funciona según las mismas leyes psicológicas que todas las personas. El enfermo que se siente perseguido o amenazado por asesinos proyecta su propia sombra agresiva al entorno lo mismo que el ciudadano que reclama penas más severas para los delincuentes o que tiene miedo de los terroristas. Toda proyección es ilusión, por lo que huelga preguntar hasta dónde es normal una ilusión y a partir de dónde es enfermiza.
El enfermo psíquico y el sano psíquico son puntos terminales teóricos de un continuo que resulta de la interrelación entre el conocimiento y la sombra».

La sombra fue definida por Carl Gustav Jung como el lado oscuro de la personalidad. En su lado negativo se alojan los aspectos rechazados y que se quieren negar. La sombra, por lo tanto, se proyecta en los demás facilitando verla como ajena y sintiéndola «alejada».

El trastorno bipolar

El llamado trastorno afectivo bipolar (o psicosis maniaco-depresiva) es una enfermedad que se caracteriza por cambios bruscos de humor que oscilan desde fases en las que la persona se siente triste y sin ganas de hacer nada (fase depresiva), hasta fases en las que se siente eufórica y con un estado de ánimo exageradamente elevado (fase maníaca). Algunas personas pueden cursar de una fase a la otra con intervalos de normalidad. La mayoría de personas muestran cambios de humor o del estado de ánimo en su vida diaria, pero en las personas con trastorno bipolar, estos cambios pueden llegar a alterar su vida, afectando a sus capacidades para relacionarse con otras personas, o a su funcionamiento en su escuela o trabajo.
Las características más importantes del trastorno son las siguientes: Es un trastorno orgánico (no psicológico) que depende de alteraciones biológicas del cerebro. De acuerdo a la cuarta edición del manual diagnóstico y estadístico de enfermedades mentales o DSM-IV, catalogado como »»la biblia»» de los sicólogos, el bipolar I se caracteriza por »»uno o más episodios maníacos»» generalmente acompañados de «fuertes episodios de depresión»». Es un trastorno crónico. La persona que haya tenido un episodio de manía o de hipomanía, aunque haya sido solamente uno, debe tener precauciones toda su vida para que no se repitan estos episodios. Requiere tratamiento biológico con medicamentos que regulan el funcionamiento de los neurotransmisores cerebrales.
El tratamiento debe ser crónico, a temporadas muy largas, o de por vida en aquellos casos con tendencia a las recaídas constantes. Cualquier persona puede tener altas y bajas, sentirse triste unos días y alegre otros, y esto no quiere decir que tiene un trastorno bipolar. El diagnóstico de la enfermedad que requiere tratamiento, psicoterapia y muchas veces hospitalización, se produce cuando los síntomas son tan severos que afectan al individuo y a los que le rodean ya sea en su vida social, profesional o sentimental»».
Las causas:
Hoy en día siguen abiertos muchos interrogantes en torno a este trastorno, ya que no se ha investigado tanto como otras enfermedades mentales. Parece ser que la enfermedad bipolar consiste en un mal funcionamiento de los mecanismos bioquímicos de una zona del cerebro, llamada sistema límbico, que regulan o controlan el estado de ánimo.

Las causas:

Hoy en día siguen abiertos muchos interrogantes en torno a este trastorno, ya que no se ha investigado tanto como otras enfermedades mentales. Parece ser que la enfermedad bipolar consiste en un mal funcionamiento de los mecanismos bioquímicos de una zona del cerebro, llamada sistema límbico, que regulan o controlan el estado de ánimo.

Pero el hecho de que una persona tenga este sistema más «vulnerable» de nacimiento, no quiere decir que vaya a presentar necesariamente la enfermedad, sino que existen otros factores denominados «contextuales» o «ambientales», que pueden desencadenarla o «despertarla» (por ejemplo: situaciones de alto estrés, cambios de ciudad, cambios en el trabajo, accidentes, consumo de drogas, etc.)

Los principales síntomas que aparecen:

En la fase depresiva, los síntomas más comunes son: tristeza, pesimismo, pérdida de interés por las cosas, fatiga, pérdida o aumento brusco de apetito, ansiedad, molestias corporales difusas (dolores de cabeza, náuseas, visión borrosa, etc.), pérdida del impulso o del deseo sexual, ideas de suicido, aislamiento social, disminución la atención y memoria, falta de concentración, problemas de sueño, baja autoestima, sentimientos de culpa, etc.
En la fase de manía o»episodio maníaco» ( «mania es una palabra griega», que significa literalmente «locura») la persona suele sentirse capaz de hacer cualquier cosa, está irritable, hostil, hiperactivo, habla muy rápido, pasa de un tema de conversación a otro, tiene la sensación de que sus pensamientos van más rápidos de lo que pueden expresarlos, aumento del apetito, no parece sentir necesidad de descansar ni de dormir, falta de conciencia de la enfermedad, alta autoestima, muchas veces acaba perdiendo su trabajo y se queda sin ahorros, se implica en actividades placenteras de riesgo, los intentos de suicidio ocurren en la fase maníaca etc.

Pueden aparecer síntomas «psicóticos» como delirios de grandeza, ideas de persecución o alucinaciones. También puede haber un abuso de drogas.

En las fases de hipomanía, se dan los mismo síntomas que en las de manía (excepto los síntomas psicóticos), pero de manera más suave. Estos síntomas no llegan a ser tan graves como para requerir una hospitalización.

Tipos de enfermedad bipolar:
(dependiendo de la severidad y la rapidez de las fluctuaciones de la conducta)

  • Trastorno bipolar tipo I: Con fases de depresión y manía que se alternan.
  • Trastorno bipolar tipo II: Las fases de hipomanía se suceden de episodios depresivos.
  • Ciclotimia: Con cambios de humor frecuentes, tienen episodios mixtos en los que se entremezclan síntomas depresivos con síntomas maníacos.

Indicadores astrológicos:

Luna: húmeda y fría representa la capacidad mental, la imaginación, rige la materia cerebral y se asocia con la emociones y los sentimientos. Desde la antigüedad cuando una persona tenía un comportamiento cambiante era llamada «lunática», la ciclotimia es un síntoma muy común en personas regidas por la Luna (esto no tiene porque ser una indicación de patología)

Mercurio: frío y seco. Rige el proceso lógico de la mente, tiene el papel de mediador, distribuidor y coordinador. Rige el sistema nervioso, las facultades mentales y es el planeta tradicionalmente asociado con la mente y la inteligencia práctica

Marte: cálido y seco está relacionado con el temperamento bilioso, rige entre otras cosas, la cabeza, el sistema nervioso encefálico. Es excitante, enérgico, activador y esta relacionado con los elementos «hiper» en el organismo.

Júpiter: cálido y húmedo. Es expansivo y vamos a tenerlo en cuenta porque representa también la capacidad mental superior, la mente filosófica, las concepciones abstractas, las ideas mentales elevadas y la inteligencia superior.

Saturno: Frío y seco. Es empobrecedor, con fuerte tendencia a la restricción, contracción, limitación, obstrucción, y atrofia de los tejidos y funciones. Tiene que ver o está relacionado muchas veces con las enfermedades crónicas, con los estados melancólicos o depresivos y con la falta de apetitos.

Urano: Frío y seco. Es nervioso, eléctrico y espasmódico. Rige el sistema nervioso, podemos observar a Urano como elemento inestable, sus malos aspectos a los planetas personales pueden manifestarse como cambios de estado repentinos y esta muy relacionado con los cambios de estados anímicos, con la fase maníaca la aceleración, exaltación, falta de sueño, el exceso o defecto de comida y al mismo tiempo con los golpes de creatividad, o la intuición a través de la elaboración intelectual y de la imaginación inventiva.

Neptuno: caliente y húmedo. Es lo pasivo, lo confuso, lo incierto, lo absurdo, sensible, inestable, susceptible, influenciable, en astrología está muy relacionado con las alteraciones de conciencia de toda índole, con delirios, alucinaciones y en general con la locura y las enfermedades que necesitan largos tratamientos con drogas y confinamiento. También está relacionado con los estados de inspiración y creatividad y con algunas formas de miedos y depresión.

Plutón: frío y húmedo. Es extremista, emocional, compulsivo, obsesivo, apasionado, controlador, manipulador, destructivo y transformador. Planeta eminentemente tanático, rige la casa VIII del zodiaco natural mal dispuesto y combinado puede indicar fuertes impulsos autodestructivos, descontrol sexual o de cualquier otro tipo. Los fanatismos y las posiciones extremas están directamente relacionados con este astro.

Los signos relacionados con lo mental o lo psíquico son:

Géminis: Es un signo intelectual y simboliza el trabajo cerebral, el pensamiento concreto en contraste con Sagitario: que representa el poder de reflexión, el pensamiento abstracto, el tercer signo es el concreto, el mental y el noveno es el abstracto, el pensamiento filosófico, moral. En todo caso el eje III/IX es un eje mental por lo que cobra importancia en este tema.

Acuario: en su mejor expresión está relacionado con la elevación y la expansión de la conciencia humana, es la mirada escrutante, el análisis en profundidad.

Piscis: es el signo más impresionable y representa la enfermedad psíquica en general y también el enclaustramiento y el aislamiento tanto físico como moral, la vida en colectivo, donde el yo tiene que disgregarse en el grupo.

También y desde la antigüedad a los planetas Mercurio y la Luna se los consideraba en relación directa con las enfermedades mentales.

Nos dice Ptolomeo «Puesto que el razonamiento es una de las principales enfermedades del alma es pertinente señalar y observar a Mercurio y a la Luna, que relación hay entre ellos y con los ángulos y con los astros maléficos

En efecto cuando Mercurio y la Luna no estén unidos o cuando en el horizonte oriental son sobremontados o asediados por planetas maléficos, o cuando estos maléficos le son opuestos o están colocados en mal aspecto, son causa de muchas enfermedades que llegan al alma»

De Ben Ragel
Los lugares de los planetas ayudan a especificar. Los de Sol y Marte en la enfermedad de los diablos. Los de Júpiter y Mercurio en la de los endemoniados. Los de Venus en decir profecía y las cosas que han de venir y los de Saturno ayudan en las humedades del cerebro y en aquellas denominadas heridas de diablo.

Las enfermedades de que hablamos y la mayoría de las dolencias de espíritu se deberán a las configuraciones dichas, según las naturalezas propias y apartadas, pero los revolvimientos, accidentes y enfermedades que pasen en el espíritu o en el mismo seso también será mucha o poca según la masculinidad o la feminidad que guarde la configuración y también si pones al Sol en vez de Mercurio con la Luna. Verás las conveniencias y las significaciones de Marte y juzgarás por ello.

Si las infortunas están en Casa Vl, indica que el nacido tendrá problemas en los pies o en las piernas y puede tener artritis. Si la infortuna fuese Marte, señala que tendrá problemas de salud por causa de sus siervos y que enfermará fuera de su lugar, tal vez este expuesto a quemaduras por fuego, mordedura de perro, heridas, llagas o dolores en las nalgas o la enfermedad del cáncer. Si el infortunio fuese Saturno, indica enfermedades debidas al frío y melancolía…

Que el Sol ocupe la casa VIII significa muerte del padre, que se trastornará síquicamente y se sumirá en la melancolía y en la tristeza. Si hallamos ahí a Mercurio occidental en una natividad diurna, es índice de sufrimiento, tristeza y duelos…

Cuando Saturno estuviere en la casa de la Luna, significa que perderá la propiedad de su madre y su honor y su valía. Enfermará de enfermedades frías, de melancolía, y tendrá dolores en sus miembros, y quizá llegue a estar tan pobre y enfermo que le ingresen en un hospital.

Vamos a considerar lo que dice H.L. Cornell para las afecciones maníacas en su Enclopaedia of Medical Astrology

La mania es usualmente causada por las aficiones de Mercurio el regente de la mente, específicamente cuando éste se halla afligido por Neptuno y Marte.
Combinado con Neptuno puede indicar a las obsesiones, a todo tipo de delirio y alucinaciones, específicamente puede darse cuando Neptuno esté afligido en la casa XII, VI , VIII y Asc en nacimiento, afligido por Urano hay peligro de obsesiones, miedos y temores anormales.

A veces el ingreso del Sol en Aries ( signo cerebral ) muy afligido y Mercurio afectando a la Luna al mismo tiempo el planeta ascendente despierta o indica una recaída en los ataques maníacos especialmente si la tendencia a la manía está indicada en el radix

De la Depresión nos dice Cornell: Es una enfermedad causada por Saturno y su influencia y por su signo, Capricornio, que produce una tendencia lentificante y depresiva. El tránsito de Saturno, promisor, sobre el lugar radical de la Luna o Mercurio, produce depresión y melaconlía especialmente cuando Saturno está Rx o estacionario.

Saturno en el Asc, en la III o VI casas natales afectando a la Luna o a Mercurio en el nacimiento puede ser un indicador de depresión.

Saturno afligido en Virgo,
Saturno en conjunción o en mal aspecto a su lugar natal por tránsitos o direcciones.
Saturno, Urano o Neptuno en Escorpio afectando al Sol o a la Luna.
Saturno en VI afectando el Sol o la Luna.
Saturno en conjunción o malos aspectos a la Luna o Venus
El Sol o la Luna Hilegh en conjunción o malos aspectos con Saturno
El Sol en Capricornio, afectado por Saturno o Júpiter, la Luna en conj. O malos aspectos con Saturno por tránsitos o direcciones.
La Luna o Mercurio afectados en Capricornio.
La Luna en Virgo en conj. o malos aspectos con Saturno, Urano, Neptuno o Marte promisores provocan depresión o irritablilidad o debilidad nerviosa.
Aflicciones de Neptuno al Sol, Luna Asc o Hylegh, tienden a causar enfermedades de naturaleza depresiva.
Aflicciones de Júpiter en Aries o Libra.
También le adjudica al 2º de Leo en el Asc debilidad nerviosa.

Creatividad- melancolía

La relación entre la creatividad, o más precisamente la genialidad, -allí donde la capacidad creadora alcanza su máxima expresión- y algún grado de patología mental es conocida desde antiguo. Aristóteles, en el Libro XXX de sus Problemata titulado «En lo que se refiere a la inteligencia, el entendimiento y la sabiduría», dedica un capítulo a la melancolía, en el cual se hace la pregunta «¿Por qué todos los hombres extraordinarios son melancólicos?» Y continúa: «…y hasta tal punto, que muchos de ellos sufren de manifestaciones patológicas cuyo origen está en la bilis negra». En este contexto sería importante destacar que tanto en Hipócrates como en los filósofos y escritores de la Grecia Clásica se entendía por «melancolía» la condición de aquellas personas que sufrían oscilaciones de ánimo tanto hacia la euforia (o manía) como hacía la depresión, vale decir, lo que a partir de Kraepelin, se llamaría «psicosis maníaco depresiva» y más tarde, casi en las postrimerías del siglo, «enfermedad bipolar».

Pero hay que recordar que los griegos también hacían la diferencia entre depresión y euforia en el sentido de una enfermedad y otras oscilaciones del ánimo más o menos permanentes como manifestaciones de un tipo de personalidad determinado, y que, de acuerdo a la teoría de los humores , era llamado «tipo bilioso». Tradicionalmente a los cuatro elementos se los correlacionó con los cuatro «humores» que a su vez dieron origen a los cuatro temperamentos. Los antiguos concedían mucha importancia a los temperamentos, sin embargo es muy raro encontrar un tipo puro, en general los temperamentos son mixtos como resultado de la presencia de un número con frecuencia igual de planetas en dos o incluso en tres triplicidades.
Se consideraba que un predominio de un elemento afectaba no sólo las características físicas sino también su complexión y carácter. Podremos evaluar entonces que elementos son excesivos o faltantes, o sea desequilibrados y probablemente la fuente de problemas ya sea física o mentalmente.

Cuando la mayoría de planetas ( incluyendo MC y Asc.) se encuentra en signos de Fuego se dice que el nativo tiene un temperamento bilioso, si está en signos de Tierra: nervioso, en signos de Aire: sanguíneo y linfático para los signos de Agua.

Sin embargo no encontré en este pequeño relevamiento que el temperamento «bilioso» fuera el predominante, por el contrario hay una fuerte superioridad de los temperamentos sanguíneos y linfáticos ( aire y agua ) puros y combinados entre si o con otros elementos.

En 11 de los 13 los casos estudiados o la Luna o Mercurio están determinados al eje VI/XII por regencia, presencia o por aspecto.

bipolar1

La palabra angustia etimológicamente deriva del verbo griego «anjo», que en su sentido activo significa presionar, asfixiar y en su sentido pasivo, ahogarse. En latín ocurre algo similar: la palabra original es «angere», que significa estrechar, oprimir, presionar la garganta, la experiencia clínica corresponde perfectamente al significado etimológico: el enfermo angustiado experimenta opresión precordial, sensación de falta de aire y más allá de eso, es el espacio todo el que se estrecha en torno a él, arrinconándolo. Podemos relacionar en astrología a la angustia con La combinación Saturno /Luna una configuración muy común y a la que podemos relacionar con este tipo de síntomas sin embargo en 9 de los 13 casos de este muestreo Saturno no aspecta a la Luna.

En cambio Urano aspecta en todos los casos a alguno de los Luminares y está relevante angular o muy aspectado . En 10 de los 13 casos relevados Urano si está relacionado con la Luna por aspecto. En los restantes Urano se relaciona con el Sol y en el restante con el regente del Ascendente.

bipolar2

Con respecto al aspecto Luna Urano nos dice Carter » estos aspectos de ningún modo son hostiles al talento. Los aspectos Luna/Urano figuran en los mapas de personas con cualidades mentales destacadas generan gran actividad, tanto física como mental…..indica gran tensión emocional, Los intereses son algo extraños y muy raras veces sigue un curso común o convencional:
Aunque generalmente existe en la vida de estos nativos un interés único sobre todos los demás parece que con frecuencia hay gran versatilidad» Dice R: Ebertin: «Tensiones emocionales. Manifestaciones repentinas de fuerzas subconscientes (actos sorpresivos dictados por las emociones, estallidos emocionales)
Necesidad emocional de libertad y de experiencias emotivas inusuales. Alteraciones en los viejos modelos de conducta.»

Las observaciones de H. L. Cornell en cuanto a la relación de Mercurio/Neptuno se cumplen ya que en 9 de los 13 casos estudiados podemos encontrar relacionados Mercurio y Neptuno.

«Como Neptuno se halla conectado con la imaginación más que ninguna otra facultad humana los aspectos entre estos dos planetas sugieren la fertilización de la mente por la imaginación que, en su forma superior es la imaginación creadora y la inspiración.» Charles Carter.

bipolar3

Marte y Mercurio también se aspectan en 8 de los 13 casos.

Tomemos por ejemplo el tema natal del prolífico escritor Reiner María Rilke donde podremos observar claramente casi todos los elementos estudiados.

bipolar4

Urano rige la casa VI de las enfermedades agudas y está en la casa XII esto está indicando que las enfermedades agudas se hacen crónicas o viceversa. Urano está en oposición a la Luna y la Luna a su vez está en conjunción a Saturno/Marte los tres en el signo de Acuario, dispuestos por Urano y Saturno ambos en cúspide del eje. Esta oposición descarga por un lado en Júpiter presente en tercera opuesto a Plutón en la casa IX (afectando al eje mental) Mercurio, regente del Asc se encuentra en Escorpio, en grado de pérdida y en cuadratura a Marte regente de III presente en casa VI en el signo de Acuario.

Hay un gran cuadrado cósmico en signos fijos relacionando en mal aspecto las casas mentales con las de salud en donde intervienen el aspecto: Urano- Luna.

Marte regente de III en VI indicando además de esfuerzo por trabajo mental, enfermedades de la mente y Mercurio allí presente (III) como regente del Asc (en este caso punto Hylegh) y significador natural de la mente y el pensamiento relacionando Asc / III/ y VI. Neptuno en este caso interviene aplicando al Ascendente en sesquicuadratura partil.

Patricia Kesselman Enero 2004

Compartir

3 thoughts on “Angustia, melancolía y creatividad, la enfermedad bipolar

  1. Gracias por el artículo compartido. Lamentablemente Mi hija sufre de trastorno bipolar. Ella es Sol cáncer, luna virgo, asc. géminis.
    Mercurio en casa 1, opuesto a Urano en 7 y ambos cuadrando a la Luna en FC.
    Está tratada con psiquiatra y medicada. Pero es difícil padecer ésta enfermedad..TMB para la familia acompañarla.

Responder a lucky lenin Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *